La sociedad moderna enfrenta un serio desafío con el insomnio, un problema que no solo afecta a nuestra capacidad para dormir sino que también está relacionado con enfermedades graves como hipertensión y diabetes. Aunque en el pasado se recurrió a remedios como el opio y el alcohol para inducir el sueño, hoy en día se busca soluciones más saludables y sin efectos secundarios adversos, siendo el magnesio una de las alternativas naturales más recomendadas.
Uno de cada tres adultos sufre de insomnio, ya sea ocasional o crónico. El magnesio puede ayudar gracias a su capacidad para regular neurotransmisores importantes y reducir los niveles de cortisol, lo que favorece un estado de relajación adecuado para un sueño reparador. Además, su influencia en la producción de melatonina es fundamental para mantener un ritmo circadiano saludable.
Para quienes buscan aprovechar estos beneficios, es recomendable consumir magnesio unos 30 minutos antes de dormir, con una dosis máxima de 350 miligramos para adultos. Es esencial optar por suplementos testados y libres de impurezas, y siempre es aconsejable consultar a un profesional de la salud, especialmente si se están tomando otros medicamentos.
En cuanto a la dieta, incorporar alimentos ricos en magnesio como nueces, legumbres, cereales integrales, productos lácteos bajos en grasa, y verduras de hoja puede marcar una diferencia notable no solo en tu sueño, sino en tu salud general.